USO DE METFORMINA EN TRATAMIENTOS DE INFERTILIDAD

En este blog de la Fcia. Mónica Romero Martín os hablaremos del uso de la metformina asociada a tratamientos de infertilidad.

La metformina es un medicamento que comúnmente se utiliza para tratar la diabetes tipo 2, ya que, mejora la sensibilidad a la insulina y reduce la producción de glucosa en el hígado.

Sin embargo, también se ha utilizado en el tratamiento de la infertilidad, especialmente en mujeres con síndrome de ovario poliquístico (SOP).

El SOP es un trastorno hormonal común que afecta a mujeres en edad reproductiva. Se caracteriza por desequilibrios hormonales, niveles elevados de insulina y, a menudo, resistencia a la insulina. La resistencia a la insulina puede contribuir a la dificultad para ovular y a otros problemas relacionados con la fertilidad.

BENEFICIOS DE LA METFORMINA

La metformina puede ser beneficiosa en el tratamiento de la infertilidad en mujeres con SOP por varias razones:

1. Mejora la sensibilidad a la insulina: Al reducir la resistencia a la insulina, la metformina puede ayudar a normalizar los niveles de insulina en mujeres con SOP, lo que puede tener un impacto positivo en la ovulación.
2. Regularización del ciclo menstrual: Al mejorar la ovulación, la metformina puede contribuir a la regularización del ciclo menstrual en mujeres con ciclos irregulares o ausencia de menstruación.
3. Reducción de los niveles de andrógenos: Las mujeres con SOP a menudo tienen niveles elevados de andrógenos (hormonas masculinas). La metformina puede ayudar a reducir estos niveles, mejorando así la función ovárica.

Es importante destacar que la metformina no es un tratamiento de fertilidad por sí misma, pero puede ser parte de un enfoque integral para abordar los problemas relacionados con la fertilidad en mujeres con SOP.

En algunos casos, se puede combinar con otros tratamientos de fertilidad, como la inducción de la ovulación con medicamentos como el citrato de clomifeno.

Cabe mencionar que el uso de metformina en el contexto de la fertilidad debe ser supervisado por un profesional de la salud, y el tratamiento específico dependerá de la situación clínica de cada persona.